Y no es que yo tenga especial interés en esta plataforma de blogs porque haya instalado el mío aqui, sino porque me sorprende que volvamos a ver como controlar la información es lo más importante para este gobierno.
Censurando este medio (quizá el más potente actualmente para la difusión de noticias, comentarios, opiniones) consiguen acallar un poco las voces que llegan hasta China en contra de la represión en el Tibet.
Todo esto me recuerda a como actuaron en la masacre de Tian'anmen, cuando el gobierno expulsó a la prensa extranjera y controló estrictamente la cobertura de los acontecimientos por la prensa china. Se ordenó a la CNN que finalizara sus emisiones, y aunque trataron de desafiar estas órdenes y cubrir las protestas a través del teléfono, el Gobierno inhabilitó los enlaces por satélite.
A pesar de que el número de heridos se estima entre 7.000 y 10.000, el gobierno de la República Popular China ha asegurado que no murió nadie en la plaza, hecho que, de acuerdo con los testimonios de los que estuvieron en la plaza, parece ser técnicamente cierto, pero no habla de las muertes durante la aproximación a la plaza. El número de muertos y heridos siguen manteniendolo como secreto de estado.
Las protestas de la Plaza de Tian'anmen son todavía un tabú en China, y hablar de ello se considera un riesgo. La única opinión de los medios de comunicación se realiza desde el punto de vista del Partido Comunista: que fue una acción apropiada.
A saber cuantas cabezas estarán rodando en el Tibet, de las que ni los occidentales y por supuesto, mucho menos, la población china, tenga conocimiento.
Controlar la libre información es siempre una mala señal.
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