domingo, 21 de septiembre de 2008

Triple Filtro

En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo: ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? Espera un minuto -replicó Sócrates-. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen.

Yo lo llamo el examen del triple filtro. ¿Triple filtro? Correcto -continuó Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir, es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.

El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y...Está bien -dijo Sócrates-. Entonces realmente no sabes si es cierto o no.

Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo? No, por el contrario...Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.

Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo? No, la verdad es que no.

Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo?

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