Se que estás ahí...al otro lado de la ventana. Te veo, aunque creo que tu a mi no. Te saludo, pero cuando alzo la mano no estás mirando.
Me reconforta que te encuentres ahí, pero a veces quiero que llames al timbre de la puerta, que entres sin pedir permiso.
4 comentarios:
siempre te veo, pero soy ciego, y mudo, pero nunca triste.
Ciego, mudo,...pero anónimo al final.
Que suerte el no estar nunca triste.
Da gusto ver como también, desde la ventana, hay alguien que ser acuerda de uno.
Un beso guapa.
Saludos
Tiene su aquel esto de ver sin ser visto... desde una ventana.
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