Vamos a confeccionar un mejunge. Necesitaremos:
- Una cabeza de ajo recolectado el día de San Amancio.
- El sudor de un deportista que haya ganado al menos una medalla de oro.
- Un poco de arena de la Sierra Martiñá.
- Un petalo de una margarita que haya estado en Woodstock.
- Las alas de una mosca cazada al amanecer.
- Un poco de intriga, un poco de misterio, un poco de "no puedo".
- Unas hojas de menta y un limón (esto es solo para mejorar el sabor).
Ya está. Solo tengo que beberme un poco y rociar el resto en el lugar adecuado.
4 comentarios:
Ni looooocaaaaaaaaaa me bebería esa pócima.... jajajajaa hay riesgo de que mi piel se vuelva verde.... jajajajajjaa
Besitos guapa!!!!
Jajajajajajaja.
Nooo, para pieles verdes serían otros ingredientes (grelos del día de San Marcelo, aliento de 20 ranas que hayan masticado sendos chicles de clorofila y una cocacola sería para este efecto).
Esta poción que hice ayer era para otras cosas... ;)
Uyssssss que bruja, bruja, te veo!
jajaja Haberlas hailas?
Saludos y un beso!
E tanto que as hai!!
La tierra donde nació mi abuelo es tradicinalmente lugar de meigas, así que ando probando a ver si llevo algo de ellas en los genes.
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