domingo, 8 de noviembre de 2009

Corriendo hacia el interior.

Despacio y sin hacer ruido abrió el armario. No pensaba llevarselo todo, solo lo que considerase necesario. Escogió sin mucho cuidado lo que iba a meter en esa maleta azul que tenía encima de la cama. Si algo le hace falta, no es nada material, poco importa que se quede atrás. No se preocupó de colocarlo demasiado o de sujetar nada con las correas, tampoco disponía de tiempo para esos detalles.
Las llaves del coche, el poco dinero del que pudo disponer y la maleta donde había metido cosas prescindibles, pero que le vendrían bien para los primeros días. Ni el telefono, ni las llaves de casa le harían falta.
Al salir por la puerta, descubrió que fuera era de noche, y que llovía. Se sorprendió. Había pasado dos días sin dormir, y no tenía muy claro qué hora era exactamente.
Aun así estaba decidido.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Telepatía? Me creeréis o no, pero hoy mismo me sorprendí con ganas de coger el coche y hacer más de mil kilómetros. No para verla, sino para que me viese, sólo para que me viese.

RequetePa dijo...

Sea como sea, no estaba decidido en firme que lo hicieras. Estaba la maleta hecha? la has desecho nuevamente?

Anónimo dijo...

Yo no cojo el coche, no solo por andar cojo, es que me pierdo...
Oye... pareces yo...

Bksssssssssss

Anónimo dijo...

¿Para qué maleta? ¿Para qué viajar, huir, qué buscar, para qué interferir? Por mucho que duela, hay que respetar las decisiones ajenas. Aunque no las entiendas, porque son inconcebibles, y porque han preferido ocultárteals, para dejarte con el peso de la duda, intentar la culpa, siempre del otro...
¿Cuántas bofetadas tiene que llevar un niño para dejar de confiar en su madre?
¿Cuán grande tiene que ser el daño que te haga tu amor para dejar de creer en él?
Cada un@ tiene su propia respuesta, pero nadie tiene la culpa de experiencias y traumas anteriores, aunque los seres queridos sean las víctimas más fáciles, por querer y confiar. ¿Cuánto, hasta cuánto? Preguntar al tiempo, o a las madres coraje. Y eso que el yonqui mira a los ojos a sus padres cuando les miente, aunque sólo sea porque necesita su dinero. Qué envidia. Yo ya no sé nada.

RequetePa dijo...

Viajar, para encontrarSE. No para huir, ni para buscar nada y mucho menos interferir.
Cuanto tiempo?? El necesario. Supongo que demasiado si alguien espera.