Con el coche apagado, y los cuatro intermitentes puestos.
La hilera de coches esperando tras la barrera estaba empezando a resultar una imagen agotadora. Cuanto tiempo llevarían allí parados? Estaba al borde de la desesperación. Los papeles que debía entregar la miraban de reojo desde el asiento del copiloto.
- Sisisisisisiiiiiii, ya sé que llegamos tarde! No hace falta que me lo digais.
Desde su posición en la fila de vehículos veía las luces intermitentes del paso a nivel. El tren había pasado hace 15 minutos ya, pero la circulación no se había restablecido. Por qué?
Entre enfadada e intrigada decidió abandonar su Toyota, en busca de una respuesta. Salió del coche y recorrió los 30 metros que la separaban de la barrera casi corriendo.
El resto de conductores la miraban al pasar, pero nadie se unió a ella. Por comodidad, supuso.
El resto de conductores la miraban al pasar, pero nadie se unió a ella. Por comodidad, supuso.
Cuando estaba llegando, observó que el otro lado de las vías estaba lleno de 'público'. Una multitud de gente al borde del paso a nivel miraban hacia la derecha, con caras de terror. Alguno se tapaba los ojos, otros la boca con la mano. Pero estaban allí, sin moverse, como absortos con lo que veían.
Entonces frenó su camino en seco. Decidió que fuera lo que fuese lo que el resto miraban con esa necesidad morbosa de saber, no merecía la pena verlo. Despacio, volvió a su coche, y espero a que los demás comenzasen de nuevo a caminar.
4 comentarios:
y que era, que era?
Ajajaaaaaaa, tu tambien!!! Mente morbosa, hummm.
si si, pero sigo sin saber que habia. me reitero, tu antes molabas tiiiiia.
"Despacio, volvió a su coche, y espero a que los demás comenzasen de nuevo a caminar."
El morbo puede mover montañas... no la fe.
Saludos y un beso!
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