RESIGNACIÓN.
Desconozco ahora mismo la etimología de la palabra, pero me venía sonando por el camino a signo que se repite, a algo ya vivido y que vuelve a suceder sin poder evitarlo. Aunque más bien en este caso creo que debería decir: "sin querer" evitarlo.
Soy, o más bien ERA anti-resignación. Nada de rendirse, pelear siempre.
Pero hoy, al decirlo en voz alta a una amiga... sé que me resigno, que estoy resignada...qué terrible! Que parte buena de mi ha desaparecido sin avisar. Cuando sucedió exactamente? Ahora es ella la que me dice a mi que hay que hacer algo, y soy yo la que responde que no sé qué se puede hacer. Si no llega a decirme que antes no me resignaba, ni lo hubiese recordado...
3 comentarios:
"En su origen etimológico resignación tenía un sentido contrario al que se le asigna hoy. Proviene del latín resignare: romper el sello que cierra algo. Volver a signar. Desde aquí fue evolucionando, o mejor, tergiversándose hasta la connotación actual de impotencia, abandono y sometimiento ante la adversidad que se vive"...hombre tampoco exageremos! tanto como 'adversidad'... pues no.
¿Por qué tiene que ser permanente este cambio en ti?
¿Por que no puede ser un estado pasajero?
De todas formas, con la edad nos hacemos más listos (más cabezotas y luchadores) pero más listos y solo lo llevamos a cabo cuando es algo importante y nos importa de verdad. Que no hay energías pa tó...
besos
En este caso tengo que buscar las energías, porque de que recuperemos las ganas de pelear depende toooooodo nuestro tiempo diario en el futuro (es algo dificil de explicar sin dar detalles). Seguro que es pasajero, y estoy convencida de que no será permanente...
Muuuchas gracias! Bicos!
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